Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
En las próximas semanas ocurrirán dos hechos que podrían modificar de manera radical las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador para el resto de su sexenio.
El primero: se iniciará en Comisiones del Senado de la República el análisis y discusión de una reforma planteada por la aspirante a la jefatura de Gobierno, Xóchitl Gálvez a la Ley reglamentaria del Artículo 6º Constitucional, para que el primer mandatario esté obligado a conceder derecho de réplica en sus mañaneras.
Y el otro, también promovido por Gálvez: la resolución del Poder Judicial de la Federación sobre si el primer mandatario está obligado o no a conceder el derecho de réplica por sus dichos en las mañaneras.
Se trata del juicio de amparo que un juez aceptó iniciar hace unas semanas a petición de Gálvez, para que López Obrador le otorgue derecho de réplica a la legisladora. Es un caso sin precedentes, pues aunque en estos 4 años diversos ciudadanos han solicitado juicios de amparo para hacer valer este precepto constitucional, casi de manera sistemática los jueces rechazaron la posibilidad. Esto es toda la etapa de Arturo Zaldívar como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
Pero el pasado 18 de enero, un juzgado federal aceptó iniciar el juicio de amparo, curiosamente ya rebasada la etapa de Zaldívar, y con una nueva correlación de fuerzas y nueva presidenta de la SCJN y del CJF: Norma Piña. Está visto, que ella podría ser un dolor de cabeza para todo lo que han hecho llamar “4T”.
Sin embargo, aunque Gálvez ganara el amparo y AMLO tuviera que concederle réplica en su mañanera –no se sabe si necesariamente ella presente–, el beneficio sólo sería para la senadora, pues otros ciudadanos que quisieran hacer valer su derecho de réplica tendrían que recurrir, uno a uno, también al amparo.
Por eso en el Senado se va a empujar con fuerza que se reforme la legislación conocida coloquialmente como Ley del Derecho de Réplica, en sus artículos 2 y 4, para que se incluya como sujeto obligado de cumplir esta normatividad “a las autoridades del Poder Ejecutivo Federal que difundan información a través de programas o conferencias de prensa que se transmitan por medios propios, Internet, redes sociales o plataformas de transmisión en línea”. Es resumen, las conferencias mañaneras del presidente.
Actualmente, los sujetos obligados son los medios de comunicación, las agencias de noticias, los productores independientes y, aquí viene el tema, “cualquier otro emisor de información responsable del contenido original”.
Es decir, el juez tendrá que definir si la mañanera es equiparable a un programa, lo que parece lógico porque se transmite por varios medios de comunicación. Pero no sólo sería el caso de López Obrador, aunque se partiría de éste, sino también a todos los funcionarios federales que transmitan información a que otorguen el derecho de réplica sin necesidad de estar peleando en tribunales.
En el Senado deberían tomarse muy en serio qué tipo de reforma les conviene a todos, incluso a los propios legisladores de Morena que en las próximas semanas o meses pudieran caer de la gracia presidencial y ser llevados al paredón de las mañaneras como muchos. Están a tiempo de protegerse para el 2024. Lo veremos.