CIUDAD DE MÉXICO, 8 de marzo, (CDMX MAGACÍN). –Ricardo Monreal Ávila, informó que han buscado la realización de una interparlamentaria con legisladores de Estados Unidos para analizar los temas de seguridad, por lo que confió en que se celebre en los próximos meses.
Durante una conferencia de prensa, el coordinador parlamentario de Morena en el Senado, reconoció que la relación bilateral México y Estados Unidos pasa por un momento difícil, por la muerte de dos ciudadanos estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas.
Además, se solidarizó con las familias de las víctimas y exigió que se detenga a los responsables de estos hechos y se les castigue por este grave delito.
Sin embargo, Ricardo Monreal enfatizó que el Senado de la República no autorizará la entrada de ninguna fuerza militar extranjera a México, pues es su facultad.
En conferencia de prensa señaló que es inadmisible aceptar que tropas extranjeras se introduzcan a territorio mexicano para combatir al crimen organizado, pues es una violación a la soberanía nacional.
“La discusión sobre la intervención militar de un gobierno extranjero no debería ni discutirse; es inadmisible, es inconstitucional, sería una tragedia nacional que esto ocurriera”.
El senador enfatizó que no minimizan el tema del crimen organizado, pero conminó a la actuación prudente y a la colaboración entre ambos países para combatir esta realidad.
Monreal Ávila consideró que existir reciprocidad en el combate al narcotráfico, y agregó que no se conoce que el gobierno estadounidense desmantele redes de crimen organizado en su territorio, pues sólo se centran en los carteles mexicanos; “la cooperación y la colaboración debe ser práctica común en ambos gobiernos”.
Reconoció que es un momento complejo en la relación bilateral debido al hecho acontecido en Matamoros, Tamaulipas, en el que perdieron la vida dos ciudadanos estadounidenses, por lo que exhortó a las autoridades a castigar a los responsables.
Al respecto, declaró que le parece inadmisible que se use esta tragedia con fines electorales por parte de políticos norteamericanos; “a México lo usan como un instrumento de golpeteo para obtener votos y simpatías en sus electores”.