CIUDAD DE MÉXICO, 23 de julio, (CDMX MAGACÍN) —“Francisco Villa fue un guerrero inteligente, con un código de vida muy definido y lo que más apreciaba era la lealtad y la valentía… un hombre que siempre iba al frente de su pelotón, dando el ejemplo de entrega a la causa de la Revolución”, dijo el investigador e historiador, Jesús Vargas Valdés.
Al participar en el Aniversario luctuoso del General Francisco Villa, denominado “Villa Vive” en el Monumento a la Revolución, organizado por el Frente Popular Francisco Villa (FPFV), Vargas aseguró que Doroteo Arango, nombre original de Francisco Villa fue un personaje que no ha tenido el reconocimiento histórico que debería tener, así como las aportaciones que hizo para que México hoy sea un país libre.
Dijo que no hay registro de que el general Villa, haya cometido actos sanguinarios, asesinatos o abusos contra la gente pobre.
“En muchas ocasiones declaró que él había actuado en contra de una gente pobre e incluso cuando se retira de la banda de Ignacio Parra en 1898, fue porque un integrante de la banda asesino a un anciano que no le quiso vender un pan que le tenía prometido a los trabajadores mineros y Villa le indicó a Parra que no estaba de acuerdo con ello”, narró el historiador, quien fue presentado y moderado por Alejandro López Villanueva, integrante de la dirección nacional del FPFV.
“Francisco Villa vivió 45 años. Los primeros 16 fue hijo de un peón de una de las familias más pobres de San Juan del Río, nació en un caserío que se llamaba la Coyotada, no hay información sobre su infancia, pero sabemos que fue un niño muy avanzado, precoz, que interactuaba con adultos desde temprana edad y que crecía rápido mentalmente, pero que a su vez limitaba su preparación”, señaló el escritor Vargas.
“Si nos ponemos en sus zapatos haciendo un recorrido a su vida es que podemos entender por lo que pasó y por qué actuó de cierta manera, incluso la discriminación de la que fue víctima por parte de Francisco I. Madero, Victoriano Huerta y Venustiano Carranza, que lo trataron como bandolero, con menosprecio”, subrayó.
Criticó que se le haya reconocido solo hace unos años por lo que hizo en el México independiente y que su figura siempre ha sido marcada, incluso en sus años de gloria, como un bandolero del norte del país.
“Es un estigma, pues lo denigraron por bandolero, igual que a Emiliano Zapata. Conforme se acomoda una nueva clase dentro de la Revolución se van dando nuevos ‘salvadores’ y en esa medida marginan a los dos líderes populares hasta que los eliminan”, detalló.
La Vida de Pancho Villa llena de hechos heroicos y trágicos: Taibo II
En tanto, Paco Ignacio Taibo II describe a Pancho Villa como un hombre que solía despertarse, casi siempre, en un lugar diferente del que originalmente había elegido para dormir.
“Tenía este extraño hábito porque más de la mitad de su vida adulta, 17 años de los 30 que vivió antes de sumarse a una revolución, había sido prófugo de la justicia, bandolero, ladrón, asaltante de caminos, cuatrero. Y tenía miedo de que la debilidad de las horas sueño fuera su perdición”, señala el también historiador.
Taibo II habló de la travesía temeraria y desmedida del también llamado Centauro del Norte, saturada de hechos heroicos y trágicos del General, y de quien se ha dicho ha sido un símbolo atemporal de la Revolución mexicana.
Francisco Villa “es un hombre sagaz, abstemio, de mirada magnética, cuya única Ley era la que se daba a sí mismo”, señala el novelista.
Paco Ignacio Taibo II recordó que Doroteo Arango decía señalando la cabeza- y luego éstos -tomándose los testículos-, a sus tropas.
Pancho Villa retrata inmejorablemente a un complejo personaje que siempre logró escaparse del sistema, hasta después de muerto, concluyó Taibo II.