David Polanco / CDMX Magacín
Una de las cartas que más ostenta la administración actual de la Ciudad de México es el desarrollo del transporte público. El jefe de Gobierno, Martí Batres, lo hace saber en cada uno de los encuentros con la prensa, sobre todo ahora que se vive y respira un intenso periodo de campañas; sin embargo, para algunos habitantes de la capital, esta estampa de interconexión de primer mundo, se ha convertido en una amenaza que atenta, a cada instante, en contra de sus viviendas.
Una de las zonas más afectadas por este hecho es la alcaldía Ávaro Obregón. El problema se centra en los vecinos de la demarcación que ven cómo sus viviendas se deterioran a causa de las obras de ampliación de la Línea 12 del Metro, sobre todo en la colonia Minas de Cristo.
La alcaldesa Lía Limón dijo que, pese a las quejas de los habitantes perjudicados por tales acciones, el gobierno de la CDMX se ha cruzado de brazos.
Ante la mencionada negativa, la edil de Álvaro Obregón hizo un recorrido, acompañada de diversos medios de comunicación para constatar las denuncias de los vecinos y dar fe del escenario actual de las viviendas de la zona perjudicada.
«Aunque esta situación es del conocimiento del gobierno de la Ciudad de México, así como de las empresas constructoras, nada han hecho para solventarla, pues solo han levantado censos, tomado fotografías y solicitado documentación a propietarios y habitantes de los inmuebles afectados, sin ofrecer una solución o arreglo final a esta problemática», expresó la alcaldesa.
Asimismo, exigió a las autoridades capitalinas una pronta respuesta a las demandas, debido a que está en juego la integridad de los vecinos y el patrimonio de las familias de esa zona.
Mientras tanto, los habitantes recordaron que desde el 2018, año en que iniciaron las obras de ampliación de la Línea 12, comenzaron las afectaciones en sus viviendas.
Los daños colaterales por la actual infraestructura del transporte público en la CDMX han sido diversos en Álvaro Obregón. En este momento, las protestas giran en torno a los trabajos en la Línea Dorada, pero aún están vivas las manifestaciones en contra del deterioro por la construcción del Tren Interurbano México-Toluca.
Cuando ocurrió el colapso de una de las dovelas del “Insurgente”, el pasado 16 de enero, la alcaldesa Limón volvió su mirada de reclamo al Gobierno capitalino, al decir que en muchas ocasiones ya había denunciado las condiciones en las que se llevaba a cabo la obra, que ocasionaba distintos accidentes y afectaciones en viviendas; asimismo, recordó al Gobierno federal la carencia de los permisos necesarios.
En este contexto, en el que Batres resuena el discurso de la ciudad con el mejor transporte público, los habitantes de Álvaro Obregón le hacen ver qué tan costosa les ha salido tal avanzada.