CIUDAD DE MÉXICO, 08 de octubre, (CDMX MAGACÍN).–Con un homenaje a la activista y luchadora por los Derechos Humanos, Rosario Ibarra de Piedra, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo y la escritora Elena Poniatowska inauguraron la XXII Feria Internacional del Libro del Zócalo.
“La mejor manera de hacerle un homenaje a Rosario es decir nunca más un gobierno autoritario, nunca más un gobierno represor, y siempre defender, por encima de todo, los grandes derechos; que nunca más la policía viole los derechos humanos”, destacó tras recordar que, una de sus primeras acciones de gobierno fue desaparecer el cuerpo de granaderos.
Claudia Sheinbaum detalló que la activista realizó 11 huelgas de hambre, cada año, exigiendo la presentación de su hijo y la de los desaparecidos políticos, así como libertad para los presos políticos.
“Rosario evidentemente es histórica por su defensa de los derechos humanos y con la construcción de Eureka y de otras madres de desaparecidos políticos se convirtió en un símbolo ella misma de la lucha por los derechos humanos en nuestro país”, sostuvo.
Al respecto, enfatizó que la mejor forma de rendir homenaje es seguir defendiendo los Derechos Humanos, por lo que subrayó que hoy el país tiene un gobierno humanista que ha abierto los archivos y ha creado una comisión que permita conocer la verdad y se haga justicia.
Como parte del homenaje póstumo a la activista, la escritora Elena Poniatowska agradeció haber conocido a Rosario Ibarra, de quien aprendió que el Zócalo capitalino es el centro de todas las denuncias de sus habitantes.
“Aprendería que el Zócalo es el centro de todas nuestras denuncias, todas nuestras alegrías, y es finalmente el corazón del hermoso cuerpo de nuestro país. Desde hace años, nuestros reclamos, nuestra rabia, nuestro júbilo, nuestras risas, estallan en el Zócalo”, dijo la escritora.
A Rosario Ibarra de Piedra la describió como una mujer aguerrida que la acompañó en la lucha incansable que han realizado madres en busca de sus hijos desaparecidos.
“Es como una piedra en nuestra vida política y una piedra en el tapete del Zócalo donde tantas veces levantó el puño para protestar. No hay mejor ‘madre coraje’ que ella”, sentenció.