CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre, (CDMX MAGACIN).-Mariana Aziz, Directora de Transparencia en Oceana, señaló en un comunicado que uno de los grandes temas que quedan pendientes ante la salida de Tatiana Clouthier de la Secretaría de Economía es el otorgamiento de una Licencia Única Universal a empresas que las exime de demostrar el cumplimiento de todo trámite para la importación y distribución de alimentos, incluyendo las autorizaciones del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (SENASICA) y de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). Con esto la «autoridad mexicana se desentiende de su obligación de constatar que estos productos cumplan con las normas sanitarias», de inocuidad y calidad.
“Desde Oceana nos preocupa lo que esta noticia significa para el sector pesquero, ya que «no tendremos ninguna garantía de que el producto pesquero importado que consumimos cumpla con las normas de sanidad» e inocuidad”, destacó Mariana Aziz, Directora de Transparencia en Oceana.
Además, afirmó que esto podría afectar las condiciones de competencia para el producto pesquero mexicano el cual, como es debido, sí debe demostrar que cumple con las normas de sanidad e inocuidad, lo que se traduce en una «competencia desleal, donde a las comunidades pesqueras nacionales se les exige más que a las extranjeras».
Esto es un gran problema, debido a la cantidad de pescado importado que consumimos en México. En el 2021 y hasta julio de 2022, «México importó aproximadamente 400 millones de dólares de tilapia, proveniente en 99 % de China», de acuerdo con datos de la plataforma Data México de la Secretaría de Economía. Esto es el equivalente a casi cuatro veces el presupuesto anual para la CONAPESCA en el 2022. Si dimensionamos esto en cantidades, en el 2021 México importó más de 67,000 toneladas de tilapia. Según el Anuario Estadístico de Acuacultura y Pesca 2020, el último publicado, en México, la captura de huachinango en el 2020 fue de 13,787 toneladas. Esto significa que «se importó tilapia equivalente a 5 veces la captura de huachinango del 2020».
Dijo que las y los consumidores en CDMX tenemos derecho a consumir productos del mar saludables e higiénicos, y a saber de dónde proviene lo que consumimos. El sector pesquero nacional tiene derecho a competir en los mercados en condiciones de igualdad. Por todo esto es urgente que las autoridades mexicanas garanticen que los pescados y mariscos cumplan con estándares de sanidad y la «aprobación de la Norma de Trazabilidad, para que así podamos saber de dónde viene el pescado que comemos».