Glorieta de Colón
Sin decirlo expresamente, el presidente López Obrador se percató que la campaña anticipada de Claudia Sheinbaum cada vez se parece más a la también campaña anticipada que en su momento hizo Enrique Peña. Y de un manotazo decidió poner orden.
En principio, instruyó que bajaran los más de 120 anuncios espectaculares con el hashtag #EsClaudia y la efigie de Sheinbaum, cuya característica principal es el peinado de cola de caballo. “Al que se quiere pasar no le va bien”, advirtió López Obrador.
Sheinbaum le copió a Peña lo de la boda como historia rosa, pero ya también hasta el uso de un peinado para identificarla.
En su momento, Peña ocupó la silueta de su copete artificial logrado con gel para en su campaña anticipada eludir la Ley electoral, al no poner su nombre. Sheinbaum optó por la cola de caballo, que por cierto tampoco es natural, pues ella tiene el cabello muy rizado.
Acaso para que no la relacionen con los 30 millones que costaron los anuncios espectaculares, en Palacio le ordenaron a Sheinbaum hasta que se cambiara el peinado.
La gracia de Palacio
Como lo anticipamos en este espacio, el ex dirigente del PRI en la Ciudad de México, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre obtuvo un amparo los últimos días del año, aunque no le alcanzó para salir del Penal del Altiplano, donde se encuentra recluido desde hace más de un año, imputado por los delitos de “asociación delictuosa, trata de personas, en la modalidad de explotación sexual agravada en grado de tentativa, y publicidad engañosa”.
El amparo concedido por un tribunal colegiado obliga a que el Juzgado 17 de lo Penal en la CDMX emita una nueva resolución de la forma en que será sometido a proceso penal o no.
Gutiérrez de la Torre confía en la ayuda de la gracia de Palacio del Ayuntamiento, pues su subordinado político, el coordinador del PRI en el Congreso de la CDMX, Ernesto Alarcón, ha respaldado todo lo que viene de la “4T”, igualito que Israel Betanzos, quien finje como presidente de los priístas en la capital. Lo veremos.