Glorieta de Colón
Hace unos días, en una entrevista en Radio Fórmula le preguntaron al canciller Marcelo Ebrard, cuáles serían sus primeras acciones si ganara la Presidencia de la República, y respondió que en el caso de la Ciudad de México darle una buena arreglada al Centro Histórico, pues consideró que se ha descuidado. Duro contra su competidora presidencial, la otra corcholata, Claudia Sheinbaum, quien ayer demostró el nivel de interés que tiene por esa zona de la ciudad, pues ni siquiera asistió al Informe de Actividades 2022 que presentó el coordinador general de la Autoridad del Centro Histórico, José Manuel Oropeza Morales. Sheinbaum mandó como su representante a Martí Batres, secretario de Gobierno al Centro Cultural del México Contemporáneo. El rescate del Centro Histórico corrió a cargo del hoy presidente López Obrador, y a esa obra le dio continuidad Ebrard como su sucesor. Ya en el gobierno anterior, de Miguel Mancera, empezaron los descuidos. Y actualmente, ahí está la opinión del canciller.
Congraciarse con migrantes
Ahora que Sheinbaum anunció que en la CDMX abrirán un albergue para migrantes luego de la tragedia ocurrida en Ciudad Juárez, habrá que pedirle que no la vaya a dejar ni en manos de la Secretaría de Gobierno, que encabeza Martí Batres, ni de Omar García Harfuch, de Seguridad Ciudadana. Y es que, no vaya a ser que ocurra lo que en diciembre de 2021, cuando el presidente López Obrador les ordenó recibir con los brazos abiertos en la capital a la caravana migrante que provenía de Centroamérica, y en vez de eso el comité de bienvenida fue un cerco de granaderos con toletes. Les dieron trato de delincuentes, igualito que en el albergue de Ciudad Juárez, donde por tenerlos tras las rejas no pudieron salir ante la emergencia de un incendio y 39 murieron calcinados. Ahora es un buen momento para que el Gobierno capitalino pueda congraciarse con los migrantes.