Glorieta de Colón
Alguien debería decirle a Claudia Sheinbaum que ese desdén y menosprecio con el que se refiere a la oposición pueden obnubilarla y no darle seriedad al avance real que ha tenido en la Ciudad de México. Las mismas encuestas a las que concede credibilidad la jefa de Gobierno respecto de la ventaja que tiene Morena hacia el 2024 en la capital refieren que el 50 por ciento de sus habitantes ya quiere un cambio de partido, y sólo el 43 pide que continúen los morenistas. Desde 2006, lo que se llama izquierda en la CDMX no había perdido la mayoría de las simpatías y niveles de aprobación, pero Sheinbaum está muy confiada. Así se expresó ayer de sus adversarios, a pregunta expresa: “El problema de ellos es que no tienen proyecto, o sea tienen un proyecto de regresar al pasado, yo pregunto ¿Quién quiere regresar al sexenio anterior en la ciudad? Y eso es lo que ellos representan, es su alianza, no tiene ninguna posibilidad como bien dice la encuesta”, dijo a pregunta expresa sobre una eventual candidatura de la senadora Xóchitl Gálvez, quien encabeza las preferencias por parte de la oposición, según los referidos estudios de opinión pública.
¿Lázaro por la CDMX?
En los últimos días en las conversaciones surgió el escenario de que el nieto del general Lázaro Cárdenas –del mismo nombre y coordinador de asesores de AMLO–, pudiera abanderar a Morena en 2024 para la Ciudad de México. El nombre en sí mismo pesa. Hay que estar atentos a ver si lo destapa el presidente López Obrador este sábado, cuando en pleno zócalo de la Ciudad de México encabece la conmemoración por el 85 aniversario de la expropiación petrolera. Darle la candidatura a Lázaro también sería una concesión a Cuauhtémoc Cárdenas, pilar del movimiento político que llevó a la Presidencia a López Obrador y quien conquistó para la izquierda la Ciudad de México en 1997.