Glorieta de Colón
Nos cuentan que lo único definido sobre quién será la titular o el titular de Comunicación Social del Gobierno de Claudia Sheinbaum es que no será César Yáñez, más que experto en la materia, pues ocupó ese encargo por casi dos décadas con López Obrador. Cuando invitaron a Yáñez a la campaña de Sheinbaum, quedó muy claro que ni a ella, ni a él les interesaba que participara en temas de comunicación. Pronto se sabrá qué cargo ocupará en el gobierno de Sheinbaum. Las otras opciones son Iván Escalante, quien ocupó el cargo en el GCDMX, pero dicen que no quiere. Todo apunta que quedará entre Paulina Silva, que también estuvo con Sheinbaum en el GCDMX en el mismo encargo, y Alfonso Brito, en ese cargo durante el gobierno de Marcelo Ebrard en el DF, razón por la que en el equipo compacto de Sheinbaum hay quienes lo ven con cierta desconfianza. Quien sea, lo importante es que no vaya a seguir con las prácticas de pedir que corran a periodistas críticos de medios de comunicación.
Ale 7, Caty 0
Alguien debería recordarle al diputado Ricardo Monreal esa máxima que suele decir su jefe, el presidente López Obrador: “en política puede hacerse todo, menos el ridículo”. Y es que, quiera o no, él carga con la mayor parte del desgaste político de la infructuosa guerra de su hija Catalina Monreal en contra de Alessandra Rojo de la Vega, ganadora de la elección en la Cuauhtémoc, quien la ha vencido ya en siete batallas consecutivas: 1) conteo rápido del INE; 2) PREP; 3) cómputo oficial; 4 y 5), dos sentencias revocadas por el Sala Regional del TEPJF; 6) rechazó del INE a la acusación de Monreal de rebase de gastos de campaña; y 7) el IECM determinó que no hubo violencia política en razón de género de Rojo de la Vega vs Monreal. Faltan tres batallas: el recuento parcial de las casillas electorales, la supuesta inequidad mediática porque publicaron muchas notas del atentado contra Ale Rojo, y finalmente la sentencia sobre la solicitud de nulidad electoral. O sea, Caty podría acumular 10 derrotas.
