Glorieta de Colón
El diputado local Jesús Sesma es el mejor argumento para apoyar al presidente López Obrador en eso de que no se le debe dar vida artificial a los partidos llamados chiquillada, pues en éstos suele militar lo peorcito de los políticos en México, y más en el PVEM. Sesma agredió el miércoles al diputado del PRD, Jorge Gaviño, dentro del recinto del Congreso de la Ciudad de México.
Le dio tremendo patadón, sin importarle que se trate de un adulto mayor, lo que podría constituir un delito. El legislador del PVEM insultó a Gaviño con expresiones homófobas, como “cobarde”, “puto”, “maricón”. Personal de resguardo paró las agresiones.
Luego, comentaron en corto que Sesma traía tufo alcohólico y una conducta que lo hacía parecer en estado de ebriedad. Al día siguiente, ayer, Sesma ofreció disculpas y nos dejó la frase socarrona como pregunta: “¿No hay crudo que no sea humilde?”
Sheinbaum y sus 248 mil millones
Las matemáticas no mienten, dice la frase coloquial. Y la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum lo sabe bien. Por eso no acepta la propuesta de su competidor, Marcelo Ebrard, de pedir licencia al cargo para buscar la candidatura presidencial de Morena.
Para 2023, el Gobierno capitalino va a disponer de ¡248 mil millones de pesos de Presupuesto! Hay una enorme partida para programas sociales locales, entre los que destaca la beca para estudiantes de educación básica y reparación de escuelas.
Seguro vamos a ver a Sheinbaum en 2023 conquistando votos vía la entrega de apoyos sociales en dinero y en especie, obras, públicas, espectáculos. Eso sí, siempre con recursos públicos.
Diputados se autopremian
Los diputados de la Ciudad de México se otorgaron un premio que, por supuesto, no se merecían. En el Presupuesto de Egresos para 2023, se concedieron un incremento de 150 millones, respecto de los mil 500 que había propuesto la Secretaría de Finanzas.
Por supuesto, tenían que asignarse más recursos porque se trata de un año previo a elecciones. De su rendimiento, luego hablamos.