Glorieta de Colón
El jueves dio su primer Informe de Gobierno el alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, en el que según él hubo “avances” en materia de seguridad pública, por ejemplo, “disminución” de delitos de alto impacto.
Pero el Consejo Ciudadano por la Seguridad y Justicia tiene otros datos, que exhiben al edil como mentiroso, pues sus cifras indican que esa demarcación se encuentra entre las cinco que superaron la media de la Ciudad de México, con 433.9 delitos por cada 100 mil habitantes.
Además, el Consejo Ciudadano informó que la Miguel Hidalgo se ubicó en el tercer lugar de más delitos de alto impacto por cada 100 mil habitantes, en el periodo enero-septiembre 2022.
Es entendible que Tabe vaya mal, porque se distrae mucho con otras actividades. Por ejemplo, el convivio con una parte de su gabinete; anda muy metido en la grilla tratando de ponerle el pie a compañeros de su partido para ganarles la candidatura del PAN a jefe de Gobierno en 2024.
Y de pilón, Tabe designó al frente de la seguridad pública en la Alcaldía Miguel Hidalgo a Marcela Gómez Zalce, muy cercana a Marcelo Ebrard, y más bien experta en temas de relaciones públicas.
Los funcionarios de Ebrard
A propósito de que hace unos días arrancó sus actos proselitistas rumbo al 2024 en territorio de la Ciudad de México, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, deberá poner más cuidado con los funcionarios que le apoyan con porras y matracas en las redes sociales.
Un caso: el sábado antepasado, Daniel Millán, quien en su cuenta de Twitter se ostenta como “Jefe de la Oficina del Secretario de Relaciones Exteriores de 🇲🇽 @SRE_mx • Internacionalista • Periodista •”, posteó un video con el texto: “Emotivo encuentro de Marcelo Ebrard con más de dos mil mujeres. Ocurrió este sábado en la CDMX. @m_ebrard”.
Ese día, Millán también la hizo de jefe de prensa y hasta de guarura, cuando dio por concluida una entrevista y resguardando a Ebrard pidió a los periodistas que ya le permitieran retirarse. Esto ya parece haber rebasado el límite para ubicarse en un posible desvío de recursos públicos para fines de promoción del jefe.