Glorieta de Colón
Con el inminente final de la gestión de Ernestina Godoy al frente de la Fiscalía de la Ciudad de México el próximo 9 de enero, se abre ya la discusión y las especulaciones sobre quién será la o el encargado de despacho a partir del día siguiente. Ha sonado el nombre de su vocero, Ulises Lara, por ser esa sumisión ominosa que le tiene. Sin embargo, el problema que va a enfrentar es que no tiene cédula profesional como licenciado, y aunque hay una laguna legal que le permitiría acceder al cargo, por ser doctor en derecho, de arranque sería contraproducente para Godoy imponerlo. La Ley establece que se convierte en encargado de despacho de la Fiscalía es quien ocupe la Coordinación General de Investigación Territorial, y Godoy puede designar a uno totalmente suyo antes de irse. Ayer, las especulaciones en el Congreso entre los propios diputados de Morena dieron un giro, y voltearon a ver al titular de la Coordinación General de Investigación Estratégica, Octavio Israel Ceballos Orozco, pues resulta que al mismo tiempo que se discutía la ratificación en el Pleno Cameral, Godoy le estaba entregando ascensos y reconocimientos al personal de esa área. Estará por verse en los próximos días.
Mala puntada de Mateos
A la hora del debate sobre el caso Godoy, la diputada de Morena y aspirante a la Alcaldía de Iztacalco, Elizabeth Mateos subió a tribuna y arrojó billetes de juguete, mientras le decía a los panistas que eso es lo que querían, seguir con su corrupción y enriqueciéndose a costa del pueblo. En lo que no reparó Mateos es en que el actual alcalde de esa Demarcación, Armando Quintero, también de Morena, no ha dejado de acusarla en cinco años de haberse robado hasta las chapas de la Alcaldía, pues fue su antecesora, todavía como Delegada.
‘Filibusteo’ en CDMX
Ya para cerrar el tema de Godoy, la oposición acusó a Morena de recurrir de forma deliberada a una vieja practica del derecho parlamentario inglés, que se conoce como “filibusteo”, que es alargar lo más posible la sesión con argumentos fatuos e incongruentes. Y suena lógico, porque en 7 horas sólo permitieron que hablaran 15 oradores, porque los morenistas interrumpían e interrumpían sólo para dilatar.