Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Por enésima ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador sale al rescate de su corcholata favorita, la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum. Y también, ¡oootra vez!, utiliza a los militares para salvarla y evitar que se derrumbe su candidatura presidencial, a propósito de la grave e inevitable sequía y escasez de agua que se prevé ocurra los próximos tres meses en la capital del país, que puede ser la peor en al menos el último cuarto de siglo.
López Obrador ha ordenado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) implementar una estrategia que se resume en dos ejes: bombardear nubes en la zona metropolitana para provocar lluvias y ubicar pozos de agua para ahí surtir pipas y distribuirlas durante la sequía en las zonas donde haga más falta.
“Ya estamos ayudando, precisamente la Sedena que hizo trabajos de exploración, de perforación de pozos de agua para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Tienen agua en esos pozos y ya hay comunicación y coordinación. Se está buscando resolver cómo se utiliza esa agua para mejorar el abasto en la Ciudad de México”, explica AMLO.
La sequía es inevitable porque el Sistema Lerma-Cutzamala tiene bajos niveles y fallas técnicas que causan cortes en el suministro.
El titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval González, confirma que tienen un avión para bombardear las nubes durante lo que queda de marzo, y durante abril y mayo, en las zonas donde se encuentran las presas que surten al sistema Cutzamala, para intentar evitar que el problema de escasez sea tan grave como en Monterrey el año pasado, que por cierto no recibió el mismo apoyo del gobierno de López Obrador.
En este caso, AMLO toma la decisión de ayudar no sólo porque el abasto de agua es responsabilidad federal a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sino también porque el gobierno capitalino tiene dicha obligación, a través del Sistema de Aguas de la CDMX (Sacmex). Además de proteger la candidatura presidencial de Sheinbaum, busca evitar que la campaña de Delfina Gómez, de Morena, a la gubernatura del Estado de México también pueda derrumbarse. El proceso electoral es el próximo 4 de junio.
El presidente de igual forma pretende que Morena no termine de derrumbarse en la CDMX, pues las alcaldías que prevén serán las más afectadas las gobierna este partido: Iztacalco, Venustiano Carranza e Iztapalapa, donde tienen su principal bastión local e incluso nacional. Esta vez no podrán echarle la culpa a la oposición. Se proyecta que la sequía golpee más fuerte a la demarcación Gustavo A. Madero, la segunda más poblada de la capital y donde Morena ya enfrenta una debacle por el mal gobierno de Francisco Chíguil.
López Obrador también instruyó a la Comisión Nacional del Agua para que ayude a Sheinbaum a que concesionarios de pozos de agua en la CDMX aporten sus excedentes con pipas o de ser posible integrándolos al sistema de distribución por tuberías.
Hay ya varios momentos clave en que AMLO ha salvado del precipicio a Sheinbaum: cuando perdió las elecciones en junio de 2021 y por eso la destapó de manera tan anticipada; a principios de este año que le mandó más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional a cuidarle el Metro, pues acusaron que el accidente en la Línea 3 que provocó la muerte de una joven pudo ser por sabotaje. O la cargada pro Sheinbaum que ha instruido a todos los gobernadores de Morena. Queda claro que AMLO rescatará a su corcholata favorita cuantas veces sea necesario. Lo veremos.