Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
¡Cómo cambian los tiempos! Le bajaron tres rayas a la campaña de injurias y difamación en redes sociales contra el senador Ricardo Monreal, que presuntamente provenía de grupos, personas y bots que le atribuían relación con el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Claudia Sheinbaum.
Pues ahora resulta que el zacatecano ya defiende a la jefa de Gobierno. Sí, hace un par de días la también senadora Martha Lucía (Malú) Micher, de Morena –muy cercana a la corcholata Marcelo Ebrard–, presentó una queja contra otra corcholata, ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, porque afirma que hay “utilización de programas, apoyos y funcionari@s públicos en la promoción personal de Claudia Sheinbaum para el proceso interno de la encuesta que realizará el partido Morena”, dijo la legisladora.
El alegato de Micher también es porque se utiliza el periódico oficial del partido, llamado ‘Regeneración de Ciudad de México’ para difundir propaganda en las entidades federativas.
El mismo día, le preguntaron a Monreal sobre el tema y respaldó a Sheinbaum, pero también hizo un llamado a la concordia en el partido, pues insistió que de no mantener la unidad será más complicado ganar de nuevo la Presidencia de la República en 2024.
Dijo así: “Yo creo que es incorrecto, me parece que nos sitúa en un plano poco propio entre compañeros y compañeras. Yo conminaría a todos a que mantengamos la calma, que mantengamos la serenidad. Claudia Sheinbaum es nuestra compañera y es la jefa de Gobierno y es una de nuestras abanderadas, junto con Marcelo Ebrard; lo dije ahora temprano, que para mí la contienda estaba muy cerrada y si nosotros dentro de Morena, nos empezamos a liquidar o a enfrentar unos a otros, no va a quedar organización política a salvo”.
Como pocos en Morena, Monreal tiene claro el diagnóstico político y social del país. Fue acaso el único de su partido que tuvo una autocrítica ante la manifestación de más de 100 mil personas el domingo pasado en el Zócalo de la Ciudad de México, y reconoció que el partido se ha olvidado de sectores que fueron clave para su triunfo en 2018, como las clases medias.
Monreal ha estado limando asperezas con Claudia Sheinbaum, después del pleitazo por las elecciones de 2021. Tuvieron un primer encuentro de 10 minutos en el Senado el pasado 31 de enero. Hace un par de semanas, ella lo invitó a sus oficinas, donde lo placeó cual si le estuviera mostrando a su sucesor el espacio que eventualmente ocupará.
En el diagnóstico de Monreal, el partido es responsable de las disputas entre sus militantes, y que éstas se hagan públicas, como en este caso de Ebrard –a través de Micher– contra Sheinbaum. “Yo creo que hay que dirimir nuestras diferencias. Los procesos, sí, las reglas claras en el partido. Quizá la ausencia de reglas, quizá la ausencia de normas de comportamiento de los aspirantes sea lo que está generando este ambiente de dificultad, este ambiente en el que ahora se está denunciando a nuestras propias personalidades”.
En el mismo contexto, hoy Monreal es insistente en apoyar a la jefa de Gobierno: “La compañera Claudia Sheinbaum merece todo nuestro respeto y nuestro aprecio, así como el canciller Marcelo Ebrard”, dijo. Monreal ocupa de plano el espacio político que de facto ha dejado libre el presidente de Morena, Mario Delgado, quien no pone orden y está dejando que crezca la confrontación, con el riesgo de que se le desborde.
Así remató el tema Monreal. “Hago un llamado a la cordura, a la prudencia a los equipos de los aspirantes, y no por avanzado el proceso tengamos que despedazarnos y actuar de manera canivalezca unos contra otros”. Hasta daría la impresión que está hablando el presidente de Morena.