Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Como está visto que no avanza el “Plan A” de hacer candidato de Morena a Omar García Harfuch para la Jefatura de Gobierno en 2024, ya se está echando a andar el “Plan B”: que abandere la causa de este partido para la gubernatura de su natal Morelos, igual para 2024.
Para este proyecto, también la principal promotora de García Harfuch es la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, pues el funcionario es el brazo derecho de la gobernante, como secretario de Seguridad Ciudadana, por lo que deben buscarle acomodo para 2024. Su lógica es que cuando ella sea presidenta no es suficiente designarlo titular del Servicio de Protección Federal de la Secretaría de Gobernación, pues los militares no lo van a dejar que maneje a la Guardia Nacional.
Sin embargo, falta que el “Plan B” lo avalen en Palacio Nacional, donde ya vetaron su “Plan A”, además de que su candidatura no transitaría con los duritos de Morena, quienes lo consideran de derecha y por lo tanto no apto para gobernar una ciudad de izquierda.
Además, López Obrador tiene como inminente favorita a su secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez. No se ve cómo el presidente cambiaría esta decisión ya tomada. Acaso Sheinbaum tendría una ventana para negociar que su candidato vaya por la Jefatura de Gobierno en 2024, si ella no es la abanderada presidencial.
Ahora, el proyecto político de Sheinbaum es ir moviendo a sus cercanos para las candidaturas de Morena a gobiernos estatales en 2024. Por eso impulsa a Harfuch para Morelos, habilitado constitucionalmente para competir porque nació en Cuernavaca el 25 de febrero de 1982.
Lo ocurrido esta semana con el caso del feminicidio de Ariadna “N” parece que les cayó como anillo al dedo: Sheinbaum ya se metió de lleno en la política morelense, pues se lanzó con todo contra el fiscal Uriel Carmona, quien ha sido el principal adversario de Cuautémoc Blanco, gobernador de la entidad, pues proviene del mandatario anterior, Graco Ramírez, de triste memoria para la entidad.
Pero Harfcuh otra vez se topa con Palacio Nacional. Ahí, muy cerca de López Obrador, labora Rabindranath Salazar, quien es el coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República.
Rabindranath alega que la candidatura le corresponde, porque en 2018 se hizo a un lado para dejar pasar a Cuauhtémoc Blanco, pero éste no lo quiere. “A Rabindranath no le toca la candidatura, pero si el señor dice eso, es su problema”, sostuvo el gobernador hace un par de meses. Tiene firme esa postura porque la va a jugar con Sheinbaum, y ello implica apoyar la eventual candidatura de Harfuch.
“Si él (Rabindranath) dice que es el próximo elegido, yo también tengo un elegido, no puedo decir; son dos, un hombre y una mujer”, añade Blanco.
Rabindranath quiere hacer valer su cercanía con el primer mandatario, para que se cumpla el acuerdo que alega se hizo en 2018.
Una encuesta de la empresa “TResearch Internacional”, que encabeza Carlos Penna, arrojó que entre los aspirantes a la gubernatura de Morelos el más conocido es Rabindranath, con 58%, pero muy cerca de él Harfuch, con 57%, quien sería el puntero en las proyecciones, con el 31% de intención de voto a su favor, mientras que el otro tiene el 19%
Así el “Plan B” para Harfuch tiene, en prospectiva, más posibilidades, aunque de todas formas tendrá que transitar con otros duritos de Morena y en Palacio Nacional. Lo veremos.