Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Otra vez, la dirigencia de Morena en la Ciudad de México, que formalmente está en manos de Sebastián Ramírez, demostró que no está a la altura de la compleja situación rumbo a la contienda 2024, pues no han podido revertir la inercia y percepción de que ya perdieron la ciudad, y ahora hasta sus fallas benefician a la oposición.
Esta vez, su error fue bastante delicado, tanto que recibió una reprimenda –a su estilo mañanero– de parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien como pocas veces, sin tener que pedirle a alguno de sus paleros que le hiciera una pregunta a modo para pronunciarse sobre algún tema de su interés, de él mismo salió la declaración en contra de Morena CDMX, que el día previo solicitó a las autoridades de la Alcaldía Miguel Hidalgo demolieran la casa de Xóchitl Gálvez, virtual candidata presidencial del Frente Amplio por México.
“Cuando se van acercando las elecciones, ese es el motivo de que haya esta confrontación política, hay que buscar serenar los ánimos en general, no enrarecer la vida política. Por ejemplo, están hablando de la destrucción de la casa que se construyó supuestamente sin papeles, sin permisos y que hay que destruir la casa de quien es representante del movimiento… ¡No, no, no, no! Ni quemar libros, ni utilizar la picota, ni el marro para destruir nada. Vernos como adversarios a vencer, no como enemigos a destruir”, sorprendió López Obrador.
Extraño el llamado a la serenidad por parte del presidente, cuando ha sido el principal instigador durante más de cuatro años en contra de la oposición. ¿Acaso su gira por Chile para conmemorar los 50 años del golpe de Estado que le costó la vida al izquierdista presidente Salvador Allende lo hizo recapacitar que su actitud se ha parecido más a la de los golpistas? Es pregunta.
La historia por la cual reprimió AMLO a Morena CDMX comenzó el martes, cuando el ex alcalde de Miguel Hidalgo, Víctor Romo, denunció que la casa donde habita Xóchitl supuestamente tiene una irregularidad, pues no se les otorgó el permiso de ocupación. Ha pretendido culpar de ello a la administración de Xóchitl (2015-2018), pero él no hizo nada tampoco pese a que fue alcalde ahí mismo entre 2018 y 2021. Claro, no le interesó porque en aquellos días Xóchitl no quería ser candidata presidencial de oposición.
Tras el señalamiento de Romo, por instrucciones de Sebastián Ramírez, la dirigencia local del partido emitió un comunicado intitulado así: “Exige Morena clausura, resguardo y demolición de construcción ilegal en donde habita Xóchitl Gálvez”. Sí, la palabra demolición, que para como son algunas huestes morenistas, pudieron verlo como una incitación a la violencia, a vandalizar la casa de Xóchitl. Por eso los frenó López Obrador.
Terrible error de cálculo político de Morena, del que obvio no estuvo ajeno el denunciante Víctor Romo, pues fue parte de la estrategia contra Xóchitl, quien de inmediato reaccionó en el Senado, y desde ahí dijo que temía por su seguridad y la de su familia.
Y espetó: “Los reto a que la demuelan. Estoy segura que si me tiran mi casa, millones de mexicanos me van a abrir la suya. Que se haga público dónde vivo me pone en riesgo. La casa está completamente dentro de la ley. Yo sólo compré, no soy la constructora, ni mucho menos; yo compré en preventa”, dijo.
En vez de enmendar su error, la dirigencia de Sebastián Ramírez se volvió a equivocar el jueves, pues ya no consideró ilegal el tema de la casa de Xóchitl. Tituló así un nuevo comunicado: “Inmueble irregular es asunto ético y moral; Gálvez no debe victimizarse”. ¿Con esa estrategia pretende Morena retener la CDMX? Lo veremos.